En el inmueble habitan desde septiembre de 2022 unas 200 personas que abandonaron el ejido de Santa Martha por diferencias agrarias, señalaron pobladores de la zona.
El centro de derechos humanos señaló además que la crisis en la zona se agudiza debido a los desplazamientos forzados, el Covid-19 y las lluvias recientes.
“Hoy lo repetimos una y otra vez, aquí en nuestro pueblo vivimos bajo amenaza, bajo la lluvia de disparos por los grupos paramilitares de Santa Martha”.