El trayecto de Playa del Carmen a Tulum es el que está resultando más compleja su construcción, pues de los 120 kilómetros que comprende, 80 kilómetros corresponden a un viaducto elevado para evitar daños cenotes y ríos subterráneos.

En la reserva geohidrológica se encuentra el anillo de los cenotes de la entidad.

Donde haya ríos subterráneos se optará por desviar, hacer puentes, viaductos, segundos pisos. Se protegerán los cenotes y se construirán pasos de fauna.

Nueve habitantes de la entidad promovieron el recurso legal argumentando que la megaobra causará daños irreparables al acuífero, ríos subterráneos, cenotes y cavernas.

Junto con otras organizaciones, entregó evidencias de daños ambientales que ocasionaría la cría de casi 50 mil cerdos.

Investigadores señalan que los humanos de hace 12 mil años entraban a las cuevas para conseguir el mineral, que era usado en rituales y decoraciones.

Hasta 2018 la empresa tenía como cabeza al actual jefe de la Oficina de Presidencia, Alfonso Romo.