Por ahora es la segunda elección más cara de la historia del país, sólo superada por la elección nacional de 2020 que costó 18.3 mil millones en términos reales.
En casi todo evento de campaña en los estados claves de Pensilvania, Michigan, Wisconsin y Arizona, Harris ha sido interrumpida por manifestantes exigiendo que se comprometa a poner fin al “genocidio en Gaza”.
Si bien la medida puede ayudar a Biden a mejorar su posición en un momento crucial entre los latinos, seguramente provocará más críticas entre los conservadores