Fueron detenidos durante un cateo en Reynosa, Tamaulipas, en posesión de armas de fuego, cargadores y cartuchos de uso exclusivo de las fuerzas armadas.
Además, un supuesto integrante de una facción del Cártel del Golfo se disculpó con los habitantes de Matamoros y la mujer mexicana que murió en el tiroteo.