El encuentro, que se hizo público por ambas formaciones, supone un paso más, quizá el decisivo, para garantizar los votos necesarios para la investidura de la relección de Sánchez.
La cumbre de dos días en Bruselas no pudo superar las divisiones y el bloqueo impuesto por Hungría y Polonia a un entendimiento sobre la delicada cuestión migratoria.