La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos impuso un límite de 38 aviones al mes tras una explosión en un 737 MAX en enero, atribuida a un error de montaje.
El cambio ocurre luego que un avión de la aerolínea Alaska Airlines sufriera el desprendimiento de un panel del fuselaje en pleno vuelo el 5 de enero, lo cual llevó a un aterrizaje de emergencia.