Los acusa de discriminación por presuntamente obstaculizar que sean reconocidos como víctimas en el caso de la investigación sobre el ataque donde murieron 9 de sus integrantes.
El presidente López Obrador tras reunirse con las familias LeBaron, Miller y Langford, aseguró que “no está cerrado el caso” sobre la masacre de tres mujeres y seis niños ocurrida el año pasado.