La ESA redujo las probabilidades de impacto al 0.001%. La NASA las bajó al 0.0027%, lo que significa que el asteroide pasará sin riesgos cerca del planeta en 2032.
El posible impacto de esta enorme roca espacial podría formar un cráter de cientos de metros de ancho en nuestro satélite natural y lanzar fragmentos al espacio.