México alega que las empresas socavaron sus estrictas leyes al distribuir armas de asalto de estilo militar, lo que facilitó la violencia en su territorio.
Muchos jóvenes gozan de tomar una pistola, de cientos de diferentes estilos, y jalar el gatillo. Era algo desconcertante ver tanto a niños como adultos tomar un arma de fuego, posicionarla y apuntar.