A 32 mil 476 personas se les aplicó la prueba para detectar indicios del consumo de bebidas embriagantes, de las cuales a mil 84 se le sometió a la prueba de alcoholemia.
El Covid-19 incide más en personas con enfermedades crónicas no transmisibles, por lo que llama a revisar el marco jurídico que regula el consumo de estos productos.