El año pasado durante una verificación que realizó personal del Invea en el restaurante, Daniel Tabe, padre del alcalde Mauricio Tabe, amagó con un cuchillo a uno de los jóvenes verificadores.
Una denuncia ciudadana sobre la existencia de un posible punto de venta de droga, llevó a las autoridades a realizar vigilancias fijas y móviles del lugar.