Familiares y amigos de la trabajadora del local piden todo el peso de la ley para Hilario Beltrán, presunto responsable, sin importar su edad, pues tiene 71 años.
Un tribunal de Roma dictaminó la semana pasada que el manoseo fue de “sólo unos segundos”, sin intención sexual y tan breve que el argumento de que se trataba de una broma fue convincente, aunque “inoportuno”.
El afectado renunció a su empleo como responsable del área de Soporte a Servicios Generales, en la empresa de origen japonés Murakami, asentada en la entidad.