EBV, utiliza sensores de calor de bajo coste y modelos de previsión para predecir cuándo las temperaturas de las colmenas pueden alcanzar niveles peligrosos.
Sin ellas, la humanidad enfrentaría un problema de desabasto de alimentos, advirtió Tonatiuh Cruz, responsable del Laboratorio del Servicio de Análisis de Propóleos.