"Somos nosotros, el pueblo, quienes elegimos a nuestros gobernantes", dijo Melis Basak Ergun, de 17 años, y prometió que los manifestantes nunca se dejarán intimidar "por la violencia o los gases lacrimógenos".
Turquía suele llevar a cabo operaciones terrestres y aéreas en el norte de Irak contra posiciones del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), en una lucha armada contra el gobierno turco desde hace décadas.
El fuego comenzó alrededor de las 3:30 de la madrugada en el restaurante del hotel Grand Kartal, de 12 pisos, en el centro turístico de Kartalkaya, en la provincia de Bolu.
Las declaraciones parecen dirigidas a los combatientes kurdos y también al principal apoyo de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), Estados Unidos, que apoyaron a estas milicias que están en primera línea de la lucha contra los yihadistas del grupo EI.
Los combates en aldeas alrededor de la ciudad de Manbij han dejado 101 muertos, 85 de ellos miembros de grupos sirios proturcos y 16 de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS, dominadas por los kurdos).
"Una ofensiva contra Rafah no solo afectará a la región, sino al mundo entero. Israel debe retirarse inmediatamente del lado palestino del cruce fronterizo de Rafah" señaló el portavoz de Exteriores.
El embajador de ese país señaló que los almacenes de donaciones están llenos y por el momento sólo se reciben materiales esenciales para atender la emergencia luego del sismo.
"Queremos permitir que las familias turcas y sirias en Alemania puedan acoger a sus parientes de la región siniestrada, sin burocracia", señaló la ministra Nancy Faeser.
El número de víctimas mortales en ambos países ha superado ya a los de 1999, cuando un movimiento de similar intensidad causó más de 17, 000 muertos en Turquía.
La recién nacida fue encontrada todavía unida por el cordón umbilical a su madre muerta. Fue la única sobreviviente de toda su familia. Fue trasladada a un hospital cercano.