Sauri Riancho anticipa que la relación con el Ejecutivo se regirá por las costumbres parlamentarias y asistirá a los actos protocolarios si la invitan.
No condicionamos nada; sería indebido y es hasta ilegal quitar el derecho a un legislador de presentar controversias constitucionales. Nadie se atrevería a plantearlo ni a aceptarlo.