Unas 300 personas marcharon anoche en Portland, Oregon, donde tumbaron las representaciones de los ex presidentes Theodore Roosevelt y Abraham Lincoln.
La gobernadora de Oregon, Kate Brown, anunció el acuerdo y que oficiales de la policía local y estatal se encargarían de la seguridad física del tribunal federal.
La actuación de los agentes federales para contener a los manifestantes ha sido duramente cuestionada por realizar detenciones arbitrarias y actuar sin identificación.
Desde el 25 de mayo, cuando la policía de Minneapolis mató a George Floyd, ha habido manifestaciones todas las noches en la ciudad contra el racismo sistemático y la brutalidad policial.