Buscan reformar el Código Penal para “reformar” una serie de delitos que están vigor desde la época de la dictadura franquista, como la ofensa a los sentimientos religiosos y a la Corona.
Pide “preservar” la memoria histórica y luchar contra las leyes negocionistas que buscan “invisibilizar las graves violaciones de los Derechos Humanos” perpetradas durante la dictadura franquista.