Del artista plástico Pablo Chávez Román, la monumental obra recuerda a los 43 normalistas de Ayotzinapa y a los desaparecidos del estado.

Fueron custodiados por más de un centenar de elementos de la policía.

Aseguró que ninguna autoridad involucrada en el caso actuó con dolo y que el propósito siempre fue conocer la verdad y dar con los responsables.