Cuando el 15 de julio cientos de personas tomaron las calles de Espinar, los medios callaron. Nadie “volteó” a ver qué estaba pasando a casi 4 mil metros de altura en la región del Cusco.
Lo visto en meses recientes, en particular julio y agosto, confirma que se siguen aplicando los mismos manuales de contrainsurgencia de hace un cuarto de siglo.