La catedral estaba cerrada al público desde hace más de un año. Su reapertura es una “forma de renacimiento”, señaló la alcaldesa de la capital francesa.

París, Francia. 15 de abril de 2020. Hace un año, los parisinos y miles de turistas enmudecieron al ver la Catedral de Notre-Dame incendiándose. Uno de los grandes símbolos de la arquitectura gótica medieval y uno de los monumentos más visitados del mundo fue envuelto en llamas, lo que provocó que su estructura colapsara. Un año después, tras el estado de confinamiento por el Covid-19 en el país, las obras de reparación han sido detenidas. Pese a que el recinto resiste, la catedral está lejos de recuperar su antiguo esplendor.