El evento en la capital Naipyidó fue el primer encuentro formal entre el gobierno militar y líderes de minorías étnicas desde que las fuerzas armadas depusieron al gobierno elegido de Aung San Suu Kyi.
Tocó tierra el domingo con vientos de hasta 195 kilómetros por hora, convirtiéndola en la mayor tormenta en golpear el golfo de Bengala en más de una década.
Señaló que el número de personas que necesitan ayuda se ha triplicado hasta llegar a los 3 millones desde que los militares tomaron el poder el 1 de febrero.
Myanmar, está sumida en el caos desde que los militares derrocaron a la líder civil Aung San Suu Kyi en febrero. Los manifestantes se niegan a someterse.
Llamó a las partes en conflicto “a recuperar lo antes posible los canales que permitan construir consensos internos y alcanzar las aspiraciones de paz".
El ejército declaró el estado de emergencia y anunció que asumió el poder durante un año. Horas antes, la consejera de Estado, Aung San Suu Kyi y el presidente, Win Myint fueron detenidos.