Lunes 5 de julio 2021 a las 15:49
Sadako Sasaki, una niña que tenía dos años cuando cayó la bomba nuclear en Hiroshima. Diez años más tarde y como consecuencia de la radiación que dejó la bomba, Sadako enfermó gravemente los médicos le diagnosticaron una enfermedad terminal. Fue entonces cuando su amiga le contó la historia de las grullas de papel: “Sadako, si deseas algo con mucha fuerza y pliegas 1.000 grullas de papel, los dioses te concederán ese deseo que tanto anhelas”. Su deseo no era solo sanar, sino que terminaran las guerras y todo el mundo pudiera vivir en paz.