"Somos nosotros, el pueblo, quienes elegimos a nuestros gobernantes", dijo Melis Basak Ergun, de 17 años, y prometió que los manifestantes nunca se dejarán intimidar "por la violencia o los gases lacrimógenos".
Los dos países, fronterizos, rompieron sus relaciones al inicio de la guerra civil en Siria en 2011, cuando una ola de protestas pacíficas contra el gobierno de Bashar al Asad fue brutalmente reprimida.