Con escasas reservas y con bajas aportaciones, las finanzas públicas se mantienen vulnerables ante posibles eventualidades económicas y fiscales.

El organismo señala que el país destina más a intereses de deuda que a dicho sector.

Por cada peso destinado a educación, salud e infraestructura para el próximo año por habitante, la deuda absorberá casi $25 también percápita.

La pérdida recaudatoria derivada de los estímulos fiscales al IEPS a las gasolinas y el diésel es de 554 mil 193 millones de pesos.

Las presiones sobre el gasto son varias, en primer lugar el servicio de deuda y pensiones, a ello se suman necesidades que acentuó la pandemia.

Al cuarto trimestre de 2020 había 4.1 millones de personas disponibles para trabajar, pero no lo hacían por cuidar a familiares. El 85% de ellas eran mujeres.

El centro proyecta que no hacer cambios llevará a que la deuda sea 69% con respecto al PIB.

Depreciación de la moneda nacional, la causa: CIEP.

El CIEP indicó que entonces la cajetilla pasaría de un promedio de 58 a 82 pesos, donde 77% sería IEPS y cumpliría con la recomendación de la OMS.

México saldrá de la crisis más endeudado y con menos espacio fiscal, alerta el Centro.

El CIEP pidió buscar que esos impuestos que se crearon para desincentivar el consumo tengan su contraparte en el gasto para programas de prevención.

Se debe a que el espacio fiscal se ha reducido año con año, al aumentar los pasivos y obligaciones financieras del Estado, señaló.

La extinción de los fideicomisos no implica directamente la desatención de los sectores que pueden ser afectados. Se esperaría que esta ampliación sea utilizada para reactivar la economía y mitigar efectos de Covid-19.

Durante 2018, los mayores estados recaudadores de impuesto predial fueron la CDMX y Quintana Roo, con 0.57 y 0.47 %, de su propio PIB, respectivamente.