La conmemoración comenzó con un acto en el que algunos supervivientes, acompañados del presidente polaco Andrzej Duda, llevaron flores al Muro de la Muerte del campo, donde los prisioneros eran fusilados.
“Tenemos entre nosotros a los últimos sobrevivientes, los últimos de quienes vieron el Holocausto con sus propios ojos”, dijo el presidente polaco Andrzej Duda.