Puerto Vallarta, Jal. Unos 300 residentes de Estados Unidos en Puerto Vallarta se manifestaron este mediodía en la Isla del río Cuale, casi frente al mar, contra la política "fascista" y "diablo" del presidente de ese país, Donald Trump.
Algunos inconformes portaron banderas de Estados Unidos y de México con coronas, simbolizando a un "rey", así como con pancartas. Los estadounidenses se concentraron en una área verde donde varias personas emitieron mensajes describiendo la grave situación que vive su país y la mala imagen que se tiene de él hoy en día.
"No tenemos reyes, tenemos una Constitución", decía una de las pancartas, mientras que otra rezaba "Lo sentimos mucho, sinceramente los Estados Unidos de América".
Benjamín, estadunidense con 22 años de residencia en ese puerto, dijo que la manifestación fue para "decir no a Donald Trump, el quiere instaurar una dictadura. Estamos aquí para proteger la democracia y decirle que no aceptaremos que arruine a Estados Unidos".
Destacó que la comunidad de Estados Unidos está muy atenta de lo que sucede en su país. "La gente piensa que sólo estamos aquí para tomar y relajarse, pero estamos poniendo atención y no aceptamos lo que está sucediendo en Estados Unidos".
Sobre las redadas contra latinos, el entrevistado reconoció la importancia económica de los migrantes en ese país y subrayó que las redadas son "estúpidas" y "el racismo en Estados Unidos es malo y está empeorando".
Las Resistencias Unidas de Baja California protestaron contra la política antimigrante del gobierno de Estados Unidos, en solidaridad con la comunidad migrante de Los Ángeles, California.
En el puerto fronterizo de Mexicali-Calexico se manifestaron en contra de las redadas que realiza el Servicio de Inmigración (ICE) en California y en otras entidades de ese país.
El investigador y activista Iván Martínez Zazueta, criticó la persecución militar y violenta de la administración Trump a partir de la condición migratoria y el color de piel.
Las redadas se concentran ahora en ciudades consideradas santuarios de la migración y, sobre todo, en acciones en centros escolares, hospitales, iglesias y lugares de trabajo.
Luego de señalar que el gobierno estadunidense buscó una reacción de la comunidad migrante con estas acciones violentas en Los Ángeles, ciudad considerada históricamente como santuario, pues es una ciudad de migrantes y con una tradición de lucha y protestas en favor de sus derechos.
Esa protesta se suma a las de la Ciudad de México, Ensenada, Guadalajara, San Miguel de Allende, Guanajuato y Yucatán.