Cuautitlán, Méx. Vecinos de la unidad habitacional Villas Cuautitlán mantuvieron un bloqueo en la carretera Cuautitlán-Tultepec, entre las siete de la noche del martes y cerca de las dos de la madrugada de este miércoles, para exigir el abasto de agua potable en su comunidad; el ayuntamiento acusó que hubo uso político de la “inconformidad ciudadana”.

La manifestación de los colonos se prolongó por más de seis horas en el tramo carretero, lo que afectó decenas de vías de comunicación de Cuautitlán con municipios del norponiente mexiquense, como Zumpango, Melchor Ocampo, Tultepec, Tultitlán, Coacalco, entre otros.

“Queremos agua”, gritaron colonos que encararon a policías municipales, quienes a empujones intentaron desalojar a los civiles del tramo vial. Sin embargo, los oficiales optaron por replegarse y observar de lejos el desarrollo del bloqueo, donde los habitantes insistieron que desde hace 15 días no tienen agua en sus domicilios y ni por tandeo les llega el suministro.

La alcaldesa, Juana Carrillo, desestimó la manifestación, vía redes sociales, porque, dijo, es motivada por quienes históricamente hicieron negocio del agua, y que se robaban el acuífero.

En un comunicado de prensa, el gobierno municipal condenó “el uso político de la inconformidad ciudadana por parte de ex funcionarios y actores que buscan mantener privilegios personales, utilizando causas sociales legítimas como pretexto para desestabilizar y proteger intereses particulares”.

Destacó que la Comisión del Agua del Estado de México (Caem) realiza trabajos para mejorar el abasto de agua potable en el municipio, situación que es aprovechada por personas vinculadas a gobiernos municipales anteriores, que emplean a “grupos de choque y pseudo luchadores sociales para generar confrontación y desgastar al gobierno municipal”.

“Estas acciones no responden al interés colectivo, sino a la intención de proteger negocios irregulares, contratos indebidos y redes de corrupción que actualmente están siendo investigadas formalmente, particularmente por el desvío de más de 600 millones de pesos en obras públicas y servicios esenciales”, planteó. Informó que prioriza el diálogo con la ciudadanía.