En foros académicos e interinstitucionales realizados en Estados Unidos, la ministra Margarita Ríos Farjat advirtió que la reforma judicial mexicana impactará en el Estado de derecho del país, la profesionalización judicial y hasta en la relación entre ambas naciones.
La togada realizó dos viajes a dicho país en los últimos días, a Washington y San Antonio Texas. En el acto “The Gathering”, organizado por la Asociación de Estudiantes Mexicanos de Posgrado en Georgetown University dictó la conferencia “El futuro del sistema de justicia en México”, en el que señaló “riesgos” que implica sustituir la carrera judicial por un modelo de elección popular de jueces, magistrados y ministros, rumbo a la elección del 1 de junio próximo.
De acuerdo con una tarjeta informativa de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), difundida este miércoles, la togada subrayó la necesidad de mantener estándares de excelencia, ética profesional e independencia judicial para preservar la estabilidad democrática.
También participó en reuniones privadas con académicas del O’Neill Institute for National and Global Health Law y del Center for the Advancement of the Rule of Law in the Americas (CAROLA), y asistió a la conferencia magistral de la Justice Sonia Sotomayor, con quien previamente tuvo un encuentro privado, “en donde la jueza constitucional estadounidense hizo un llamado firme a proteger la independencia judicial como pilar de los sistemas democráticos”.
El 3 de mayo, la ministra Ríos Farjat clausuró un foro binacional en San Antonio, Texas, organizado por la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, A.C., Capítulo Nuevo León, y la St. Mary’s University School of Law, donde especialistas de México y EE. UU. discutieron temas como justicia, migración y comercio.
En su intervención, la juzgadora mexicana “advirtió que la eliminación de la carrera judicial y la introducción de mecanismos de sorteo y elección popular generan incertidumbre institucional y comprometen la calidad técnica y ética de la función jurisdiccional. Subrayó que, en contextos democráticos, la solidez de las instituciones es esencial para garantizar la convivencia pacífica y el desarrollo económico”.
Sin embargo, aunque fue crítica con algunos aspectos de la reforma, también vio oportunidades para mejorar la cooperación con Estados Unidos, especialmente en educación, desarrollo profesional y ética judicial.
“Dirigiéndose a despachos jurídicos, abogadas y abogados, ofreció una serie de recomendaciones para navegar en tiempos de transformación institucional: invertir en el conocimiento técnico, asumir una postura activa en la defensa del Estado de Derecho, reforzar los mecanismos de autorregulación profesional y construir redes binacionales de confianza jurídica”, señaló la Corte.