San Cristóbal de Las Casas, Chis. Las autoridades autónomas realizaron su propia investigación y concluyeron que José Baldemar Sántiz Sántiz y Andrés Manuel Sántiz Gómez, bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), liberados el viernes por el gobierno estatal, son “inocentes”, afirmó el Subcomandante Insurgente Moisés.
En un comunicado agregó que los dos tsotsiles fueron excarcelados el viernes hasta que las autoridades autónomas detuvieron a los “dos criminales” que habían cometido el delito de secuestro agravado en contra de Pedro Díaz Gómez por el que fueron aprehendidos Sántiz Sántiz y Sántiz Gómez el 24 de abril en la localidad de Cotzilnam, municipio de Aldama.
“Los dos criminales confesaron el secuestro y asesinato en contra de Pedro Díaz Gómez y señalaron el lugar preciso donde habían enterrado el cuerpo”, además de que “señalaron la complicidad de otras personas”, agregó el subcomandante del EZLN.
Sostuvo que los dos tsotsiles bases del EZLN “sólo fueron presentados ante la autoridad corrupta, gracias a la presión” del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), al tiempo de destacar que su excarcelación se logró por “un triple esfuerzo: el de los defensores de los derechos humanos, el de la solidaridad y apoyo nacional e internacional, y el de la justicia autónoma”.
Aseguró que “en la detención, las fuerzas de la Guardia Nacional, el Ejército Federal y las llamadas Fuerzas de Reacción Inmediata Pakal, aprovecharon y se robaron pertenencias y paga de los afectados y de las comunidades. Robaron también un automóvil, una motocicleta y una fuerte cantidad de dinero en efectivo”.
Dijo que “mientras el supremo gobierno jugaba con la vida, libertad y bienes de los dos detenidos ilegalmente, las autoridades autónomas zapatistas llevaron adelante su propia investigación con la guía de verdad y justicia en común”.
Les recuerdo, añadió Moisés, que “como pueblos organizados que somos en común, tenemos principios y reglamentos. No está permitido atentar contra la vida, libertad y bienes de otras personas, cualquiera que sea su ideología, partido, religión, preferencia sexual, color de piel, raza, lengua, nacionalidad o posición social. En el caso de asesinato, secuestro, asalto, violación, falsificación y robo, son faltas graves”, además de que “no se permite el tráfico de drogas, su producción y su consumo”, y tampoco “las borracheras y otras faltas que son determinadas en común”.
Reiteró que “cualquier compañero o compañera, sin importar su cargo o rango, que incurra en delitos graves, queda fuera” del EZLN, por lo que una vez que se supo de “la detención y grave acusación en contra de estos dos compañeros”, las autoridades zapatistas “investigaron” y “la estructura organizativa encargada llegó a la conclusión de que los dos compañeros son inocentes”.
Señaló que el Frayba comunicó lo anterior “a las autoridades del mal gobierno” y “viendo que quedarían una vez más en ridículo, las autoridades corruptas corrieron a movilizar a sus fuerzas y detuvieron a uno de los señalados que estaba prófugo”, quien “confirmó lo confesado a las autoridades zapatistas. Fue así como llegaron al lugar donde estaba enterrado el cuerpo de la víctima del delito”.
Moisés manifestó que “todo esto lo supo el gobierno en sus tres niveles, pero nada hizo. En lugar de liberar inmediatamente a nuestros compañeros inocentes, le dio largas al asunto y propuso un intercambio de detenidos (…) el mal gobierno volvió a mandar a sus fuerzas represivas en búsqueda de un cuarto implicado, pero no sólo no lo detuvo, sino que aprovechó para seguir robando pertenencias de las comunidades”.
Expresó que “en la madrugada del 2 de mayo se entregaron a los dos criminales confesos detenidos por los zapatistas al Frayba para que revisara su estado de salud y certificara si habían sido violados sus derechos”, después de lo cual el organismo “entregó a los culpables a la autoridad oficialista”, por lo que “en el transcurso de la mañana del 2 de mayo, nuestros compañeros Baldemar y Andrés fueron liberados, pero los robadores gubernamentales se niegan a devolver todo lo que despojaron”.
Subrayó el Subcomandante: “Los gobiernos de la mal llamada 4T mienten en todo lo que dicen respecto a los pueblos originarios y los movimientos sociales. Son iguales o peores que los gobiernos priístas y panistas anteriores. Esas cantidades que presumen de ‘detenidos’, para agradar al Trump, son en su mayoría inocentes. En lugar de comprar opiniones favorables en los medios y redes sociales, los malos gobiernos deberían pagarles bien a sus fuerzas represivas para que no tenga que robar a quienes menos o nada tienen”.
Afirmó que “lo sucedido no es sólo en nuestros territorios. En toda la geografía llamada México, las comunidades originarias, los defensores de la madre tierra, los defensores de los derechos humanos, los movimientos y organizaciones sociales, los migrantes y hasta las personas sencillas, que trabajan día a día para ganarse honestamente el sustento diario, son extorsionadas, agredidas, secuestradas, desaparecidas, encarceladas y asesinadas por un gobierno ansioso por congraciarse con el poder del dinero”.
Moisés remarcó que “no tienen remedio. El sistema capitalista nació mal, producto de injusticias, sangre y robo. Así sigue hasta ahora, sin importar las banderas bajo las que se esconda, su signo es la muerte y así lo llevará hasta el fin de sus días”.
Como pueblos zapatistas, abundó, “hemos pensado en una forma de combatir al imperio de la muerte. Nosotros llamamos a ese camino El Común. Y en esta penosa situación pasada, se vio que El Común camina por la verdad y la justicia”.