Ante una buena gestión de la economía y fundamentos macroeconómicos sólidos, las agencias KBRA y DBRS reafirmaron la calificación de la deuda de largo plazo en moneda extranjera de México en BBB.
“Estas ratificaciones permitirán a México continuar accediendo en condiciones favorables a los mercados financieros nacionales e internacionales. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reitera su compromiso con la estabilidad de las finanzas públicas y con una trayectoria sostenible de la deuda”, señaló la dependencia en un comunicado.
La agencia KBRA resaltó que la calificación de México contempla las expectativas para superar la crisis generada por la imposición de aranceles por parte de la administración estadunidense.
La calificadora destacó que la economía mexicana está bien gestionada, la prudencia de la política fiscal, la credibilidad de la política monetaria y la fortaleza del sistema financiero que se mantiene bien capitalizado.
Comentó que en 2024, la aceleración del gasto de capital en proyectos y otros gastos preelectorales provocó una pausa en la corrección fiscal pospandemia, aunque los planes fiscales indican que la moderación ha retomado el rumbo.
No obstante, señaló que los obstáculos provendrán de la desaceleración y los aranceles en Estados Unidos, así como del impulso de la política interna, que no impulsa la inversión.
Acotó que la deuda pública bruta y la deuda federal ascienden al 53.4 y al 45.4 por ciento del producto interno bruto (PIB), respectivamente, pero están disminuyendo.
“México sigue siendo vulnerable a los riesgos derivados de las disrupciones comerciales globales, las tensiones geopolíticas y las medidas proteccionistas”, indicó.
KBRA comentó que a pesar de la incertidumbre, prevé que la relocalización en Estados Unidos continúe, aunque a un ritmo más lento, con impactos positivos en la inversión, el empleo y los ingresos fiscales.
Por su parte, DBRS indicó que la economía mexicana ha mantenido fundamentos sólidos a través de una serie de choques, debido en gran parte a su sólido marco político, compuesto por la flexibilidad del tipo de cambio, una regulación bancaria sólida y un régimen creíble dirigido a la inflación.
Resaltó que el gran déficit fiscal de México en 2024 deja al gobierno con un espacio de maniobra limitado para este año.
“A pesar de las débiles perspectivas económicas, la administración (de la presidenta Claudia) Sheinbaum está llevando a cabo una consolidación fiscal con el objetivo de estabilizar la deuda como porcentaje del PIB.
Comentó que las calificaciones crediticias BBB asumen que los objetivos de reducción de déficit se alcanzarán en 2025 y 2026.
La calificadora señaló que se espera que la incertidumbre derivada de la política comercial de Estados Unidos, la aplicación de los aranceles de ese país a algunas importaciones de México y el debilitamiento de la demanda externa pesen sobre la actividad, la cual puede contraerse 0.3 por ciento al cierre del año.