París. Los legisladores franceses aprobaron este martes una amplia ley antinarcóticos para dotar al estado de herramientas más sólidas con el objetivo de combatir un fuerte aumento en los delitos relacionados con las drogas tras un incremento récord de cocaína sudamericana en Europa.
La nueva ley creará una fiscalía nacional contra el crimen organizado, aislará a los capos peligrosos en las cárceles para evitar que dirijan sus imperios al estar tras las rejas y permitirá el cierre de negocios que laven dinero del narcotráfico, se ampliará el uso de testigos colaboradores (delincuentes que ofrecen información sobre su red a cambio de sentencias más leves u otros beneficios) y se confiscarán activos a excepción de que sus propietarios puedan dar fe de su procedencia.
El proyecto de ley, surgió en un informe del Senado de 2024 donde advertía que Francia se enfrentaba a un punto crítico a causa del aumento de la violencia relacionada con el narcotráfico, no estuvo exento de controversia. Otra medida para proporcionar a la policía una puerta trasera automática a servicios de mensajería cifrada como WhatsApp y Signal fue eliminada por los legisladores durante el debate.
El legislador centrista Sylvain Maillard comentó a Reuters que se necesitan leyes más duras para abordar un problema que afecta a naciones de todo el continente “Países europeos, como Holanda y Bélgica, están bajo ataque… todos los países con puertos importantes se ven particularmente afectados, y este es el caso de Francia. Debemos combatir esta lacra, que ha crecido enormemente en los últimos años, actualizando la legislación”.
La nueva ley surge en un contexto de creciente concientización sobre la lucha de Francia contra el crimen organizado. Años de importaciones récord de cocaína a Europa han transformado los mercados locales de drogas y generando una ola de violencia. A pesar de las incautaciones históricas de cocaína en el territorio francés, las bandas continúan generando ganancias inesperadas al expandirse desde sus bases de poder tradicionales en ciudades como Marsella hacia localidades más pequeñas, poco acostumbradas a la violencia del narcotráfico.
El aumento de los delitos de pandillas también incrementó el apoyo al partido de extrema derecha Agrupación Nacional. Una oleada de ataques a prisiones en toda Francia, que según el gobierno responden a su intento de hacer que las cárceles sean menos acogedoras para los capos de la droga, puso de relieve la amenaza que el narcotráfico representa para el Estado. Al menos 25 personas sospechosas de estar implicadas en los ataques a la prisión fueron detenidas el lunes por cargos de terrorismo.
