Ciudad del Vaticano. El mundo despide este sábado con un funeral de reyes a Francisco, el "Papa de los pobres", ante la presencia de 200 mil personas y de dignatarios como Donald Trump, Javier Milei y Felipe VI.
Su entierro en la basílica de Santa María la Mayor de Roma pondrá fin a los 12 años de pontificado del primer papa latinoamericano, que defendió sin descanso a los migrantes, el medio ambiente y la justicia social.
El líder de mil 400 millones de católicos en el mundo falleció el pasado 21 de abril a los 88 años por un ictus, casi un mes después de salir de una larga hospitalización por una neumonía bilateral.
El funeral comenzó a las 10 horas locales en la plaza de San Pedro del Vaticano. Pese a la diferencia horaria, se organizaron veladas para seguirlo desde su Argentina natal, a la que nunca regresó como pontífice.
Su última morada estará a 11 mil kilómetros de distancia de su barrio de Flores en Buenos Aires. Francisco se convertirá en el primer pontífice que es enterrado fuera del Vaticano desde León XIII en 1903.
El jesuita argentino declaró a finales de 2023 que quería ser inhumado en dicha basílica, y no en la cripta de la basílica de San Pedro, como se ha hecho en el último siglo. “Justo después de la escultura de la Reina de la Paz (la Virgen) hay un pequeño recinto, una puerta que da a un cuarto que usaban para guardar los candelabros", dijo Francisco al vaticanista español Javier Martínez-Brocal en su libro El Sucesor. “Lo vi y pensé: 'Ese es el lugar'”, aseguró.
Pese a este funeral de reyes, su tumba será fiel a la imagen de sencillez que se labró: de mármol de la zona del norte de Italia, de donde procedía su familia, y con "Franciscus" como única inscripción.
El jesuita visitó más de 65 países, diez en América Latina, durante su pontificado. Pero su último viaje será, dentro de su féretro, por las calles de la Ciudad Eterna y lugares emblemáticos como el Coliseo.
Los fieles podrán visitar la tumba a partir del domingo.
Siete papas fueron ya inhumados en esta basílica, que oficialmente forma parte del territorio del Vaticano. El último fue Clemente IX, en 1669. También hay personajes famosos como el arquitecto y escultor Gian Lorenzo Bernini, autor de la columnata de la plaza de San Pedro.
Las autoridades estiman que decenas de miles de personas podrían presenciar el traslado de sus restos mortales, detrás de barreras metálicas. El gobierno impuso una zona de exclusión aérea sobre Roma y desplegó unidades antidrones, francotiradores en los tejados y varios aviones de combate listos para despegar.
Trump calificó a Francisco como un hombre “fantástico” que “amaba el mundo”, pero con quien chocó desde 2016 por su entonces promesa de erigir un muro en la frontera con México y por su más reciente política de expulsar migrantes.
Milei también destacó días atrás la “bondad y sabiduría” del exarzobispo de Buenos Aires, aunque en años previos a su elección como presidente en 2023, el ultraliberal incluso lo insultó.
“Un pastor sencillo”
El cardenal Jorge Mario Bergoglio fue el primer pontífice en adoptar el nombre de Francisco, en homenaje al santo de los pobres, cuando fue elegido el 13 de marzo de 2013.
El Papa venido “del fin del mundo” trajo su estilo austero y humilde, que lo llevó a elegir un sobrio apartamento en lugar del lujoso Palacio Apostólico, e invitar a su mesa a personas sin hogar y presos.
Símbolo de su legado, un grupo de pobres, presos, migrantes y personas trans recibirán con una rosa blanca el féretro a su llegada a Santa María la Mayor, según la agencia oficial Vatican News.
“Era un pastor sencillo y muy querido en su arquidiócesis, que viajaba por todas partes, incluso en metro y autobús (...) porque se sentía uno más del pueblo”, reza el Rogito, un obituario oficial que repasa su vida.
Este se depositó el viernes por la noche dentro de su ataúd de madera, recubierto con una placa de zinc. Sus zapatos negros y su inseparable rosario también lo acompañarán para la eternidad.
La lucha contra la pederastia en la Iglesia y el impulso de un mayor papel para mujeres y laicos forman parte de su legado reformista, pero también enfrentó una dura oposición conservadora en la institución.
El adiós a Francisco dará paso a la elección de su sucesor. El cónclave para escogerlo debe convocarse entre 15 y 20 días después de su muerte, aunque los cardenales podrían hacerlo antes en una fecha aún por fijar.