Acapulco, Gro. Marco Antonio Suástegui Muñoz, vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota (Cecop), murió ayer a las 13:50 horas, tras convalecer ocho días en un hospital privado de Acapulco, luego de que el 18 abril fue baleado por un hombre no identificado en la playa Icacos, cuando concluía sus actividades como prestador de servicios turísticos, poco después de las 19 horas.
El también dirigente de la agrupación Turisteros Unidos en Defensa y Rescate de la Playa Icacos (Tuderpi), recibió tres impactos de bala en hombro, una costilla y abdomen, lo que ocasionó daños en el bazo, hígado, pulmón y colon, situación que agravó su estado de salud y lo mantuvo en cuidados intensivos, donde sus riñones recibían tratamiento y vigilancia especial.
Marco Antonio murió sin localizar a su hermano Vicente, quien el 5 de agosto de 2021 fue desaparecido cuando manejaba el taxi colectivo con el que se ganaba la vida, en la colonia Ciudad Renacimiento. A la fecha se desconoce su paradero.
Tlachinollan exige investigar
El Centro de Defensa de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan informó del deceso del dirigente comunitario, de 49 años, y exigió una investigación exhaustiva y castigo a los responsables.
Abel Barrera, director de Tlachinollan, señaló que el atentado contra Marco Antonio "evidencia que hay un patrón de ataques contra los defensores comunitarios y de territorio, que las autoridades (de gobierno), no investigan".
Marco Antonio "fue un ícono de la resistencia, de la lucha, de la dignidad de los pueblos, que increpó al poder; señaló a los responsables, sin embargo, no investigaron y dejaron que los ataques llegaran hasta privarle de la vida".
Asimismo, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda mencionó: "mi solidaridad con la familia de Marco Antonio Suástegui, líder social y compañero de nuestro movimiento en Guerrero, quien, a pesar de los esfuerzos médicos y la atención brindada, falleció esta tarde (ayer) en Acapulco".
El homicidio del activista sucedió en un entorno de violencia en el puerto, desde el comienzo del periodo vacacional de Semana Santa, el 11 de abril, que dejó al menos 25 personas asesinadas y al transporte público de la zona poniente del puerto paralizado, debido a las agresiones a choferes y unidades.
En las últimas semanas, el líder de Tuderpi formó parte activa en la organización de prestadores de servicios turísticos y vendedores ambulantes de la franja de arena, en el contexto de la reconstrucción de Acapulco emprendida por el Fondo Nacional de Turismo (Fonatur) desde el primero de marzo.
Este activista es más conocido por la lucha que emprendió contra la presa hidroeléctrica La Parota, que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pretende construir en el río Papagayo, en la zona rural de Acapulco, desde hace más de dos décadas.
El 4 de marzo tuvo reunión ríspida con militares
El 4 de marzo, durante una reunión que el dirigente calificó de "ríspida", en la Octava Región Naval, en Icacos, adonde acudieron mandos de la Secretaría de Marina y directivos de Fonatur, así como otros dirigentes de playa, Marco Suástegui señaló que “las vacaciones de Semana Santa no representarán "una prueba de fuego, sino de ácido, para demostrar que quienes dependen de las playas están organizados".
El ataque que lo privó de la vida fue cometido en Viernes Santo; para recibir atención médica, sus familiares y compañeros lo trasladaron sobre un camastro en la batea de una camioneta, pues pese a que había un despliegue de efectivos de seguridad, en esa zona no había vigilancia ni ambulancia.
Suástegui Muñoz formó parte de la fundación del Cecop en julio de 2003, hizo frente a los embates de gobiernos estatales y federales en su intento por edificar la presa hidroeléctrica La Parota, para lo cual, las autoridades utilizaron diversas estrategias, desde ofrecer cantidades irrisorias por las tierras de los comuneros, hasta la realización de asambleas amañadas con la participación de supuestos ejidatarios, a fin de conseguir el aval para construir el dique, así como la persecución, intimidación y la elaboración de carpetas de investigación contra los opositores.
Durante la conmemoración del 21 aniversario del Cecop, el 28 de julio pasado en la localidad de Cacahuatepec, con el lema "Por la Agroecología", el vocero anunció que la nueva misión era la lucha contra el cambio climático y por una agricultura sustentable, además de insistir que todavía falta el decreto de cancelación definitiva del proyecto La Parota, pues hasta el momento solamente se encuentra suspendido.
La construcción de la planta hubiera provocado el desplazamiento de más de 30 mil campesinos y el despojo de tierras de otros 50 mil en los bienes comunales de Cacahuatepec y 19 ejidos de cinco municipios, siendo Acapulco el más afectado.
Ayuda a damnificados
Tras el paso de las tormentas Ingrid y Manuel, en septiembre de 2013, el Cecop tomó un nuevo impulso: el líder organizó las asambleas en las comunidades más afectadas por las lluvias, se elaboró el censo y se ayudó a los damnificados.
Después del impacto de los huracanes Otis (2023) y John (2024), Suástegui Muñoz encabezó la integración del Consejo Indígena y Mestizo para el desarrollo rural y ambiental de los bienes comunales de Cacahuatepec, con la intención de consolidar el proyecto de agricultura sustentable y recuperar las cosechas y tierras destruidas por los meteoros.
Durante poco más de 20 años, el activista fue perseguido y encarcelado en 2005, 2014 y 2018. La ocasión más difícil, relató fue cuando lo recluyeron en el penal federal de Nayarit, de junio de 2014 a marzo de 2015, que él describía como "la cárcel del destierro y el olvido".
Arturo Medina, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, lamentó el deceso de Marco Antonio Suástegui Muñoz y enfatizó que en este caso "es esencial que las autoridades no descarten ninguna línea de investigación".
(Con información de Sergio Ocampo. corresponsal)