Con una multitudinaria coreografía de son montuno, que se realizó a lo largo de la calle de 20 de noviembre, desde el Zócalo hasta Izazaga, se deleitó y asombró a miles de asistentes al Homenaje a Tongolele y a los Clubes de Baile, en el Día Internacional de la Danza.
Luego de que se organizó durante algunos minutos a la infinidad de personas, a los grupos de baile, así como a cientos de participantes, en varias filas hasta llegar a Izazaga, apareció en el escenario - colocado en la esquina de 20 de noviembre y el Zócalo- la doble de Tongolele, quien emuló los movimientos rítmicos y sensuales de Yolanda Montes, fallecida en febrero pasado.
Enseguida, a las 18 horas, los aproximados tres mil bailarines ya acomodados a lo largo de la calle, comenzó la cuenta regresiva en voz de Ana Francis Mor, titular de la Secretaría de Cultura local y, tras ello resonó la música y los participantes comenzaron a montunear. Los miles de cuerpos, que se distinguieron con listones en amarillo y rosa en las muñecas, se movieron al ritmo que marcó el vinilo, candentes los cuerpos demostraron que el baile es vida y la coreografía se presentó en dos ocasiones. El sonido montuno unió almas y cuerpos en un solo fin que fue el baile.
Participaron maestros e integrantes de diversos Clubes, Casas de Cultura, Faros, entre otros colectivos, nacionales y de Estados Unidos, así como quienes quisieron sumarse en el baile masivo, el cual se ensayó durante un mes, sobre 20 de noviembre en diversos horarios, explicaron representantes de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México. La coreografía fue un ensayo previo en la búsqueda del Récord Guinness.
El amplificado sonido de las bocinas, los vinilos que tocaron la mayoría de los Sonideros, la infinidad de cables y las características voces sonideras que hacían eco en toda el área contribuyeron a atraer más personas, que incluso llegaron de compras o a otras actividades, pero se quedaron a disfrutar del evento multitudinario.
El gran festejo en el Día de la Danza comenzó desde antes de las cuatro de la tarde, cuando se dio rienda suelta “al raspado de la chancla” en la gran pista de baile que se convirtió esa emblemática calle, donde vibró la cumbia, salsa, guaracha, rumba y el son montuno con los sonideros que con “ritmo, sabor y gozo” dieron brillo al Homenaje a Tongolele y a los Clubes de Baile.
La finalidad establecida por la Secretaría de Cultura local fue festejar a la danza a lo largo de toda esa avenida, transformada este sábado en una gran pista, donde se armó un gran bailongo.
Asistieron cerca de 30 grupos Sonideros, encabezados por Lupita La Cigarrita y el Colectivo Las Musas, además de 78 agrupaciones de baile, entre otros, que llegaron de manera independiente, para dar rienda suelta al cuerpo, a sus mejores coreografías y meneos, cobijados por la presencia de cientos -o tal vez miles- de personas que transitaron por la plancha de asfalto y, por otros quienes asistieron por mero gusto a este tributo a la mítica Tongolele.
El homenaje se hizo extensivo, a aquellos que “gozan y viven la vida” con el placer del baile, el cual se prolongó hasta la medianoche en este vibrante y concurrido punto del Centro Histórico.
No solo el intenso calor y el sofocante sol fueron marco inicial del convocado baile sonidero masivo. Hubo coloridos atuendos caribeños, rumberos, entre otros vestidos cortos y entallados, pero también ropa en color blanco y rojo o azul y blanco hasta vistosos sacos y sombreros, que sobresalieron a lo largo de 20 de noviembre, portados por quienes llegaron a divertirse e incendiar el lugar con sus movimientos corporales. Un elemento esencial fue que el viento aligeró el caluroso ambiente.
El deambular de las personas fue frenético, pues llegaron a unirse quienes estaban en las actividades del Zocalito de las Infancias, con quienes asistieron al festejo dancístico, dando un espectro multicultural, popular y de identidad, pero con mucho sabor.
El espacio público se transformó con el repertorio sonidero de Ángel Campos, Changa Junior, Sonido Duende, Sonido Descarga Antillana, Sonido Antillanos y Fiesta Bacana, entre muchos otros, que amenizaron hasta las 12 de la noche.
A quienes no pudieron asistir o no supieron del gran de baile, pero su pasión es dar brillo al piso tendrán otra oportunidad el 29 de abril, pues se instalarán sedes en plazas públicas con música de distintos géneros para que vecinas y vecinos acudan a bailar, de 17 a 20 horas. Los lugares serán en Parque Tezozomoc, en Azcapotzalco; el Jardín Hidalgo, en Coyoacán; el kiosco de la Alameda Central, en Cuauhtémoc; el Jardín Xochimilco; el Jardín Madero, en Gustavo A. Madero; el kiosco de San Nicolás Totolapan, en Magdalena Contreras; y la Plaza San Matías, en Iztacalco.