Sevilla. El Real Madrid anunció este viernes a la prensa la suspensión de todas sus actividades previas a la final de Copa del Rey ante el FC Barcelona, después de que un árbitro se quejó de las críticas realizadas en su contra en el canal de televisión oficial del club merengue.
"El Real Madrid CF ha comunicado a la RFEF que no llevará a cabo la rueda de prensa ni el entrenamiento oficial previo a la final de la Copa del Rey programado para el sábado en el estadio La Cartuja de Sevilla", indicó la Real Federación Española de Futbol.
Así, y por el momento, ni el entrenador 'merengue' Carlo Ancelotti ni ningún jugador del plantel comparecerán ante los medios este viernes, como es tradicional en la víspera de la final. Además, tampoco realizará el entrenamiento normalmente abierto a la prensa, ni habrá foto de los dos entrenadores y los dos capitanes con el trofeo, ni cena entre directivas.
Estas decisiones se enmarcan en respuesta a las declaraciones del árbitro Ricardo de Burgos Bengoechea y de su adjunto del VAR, Pablo González Fuertes.
De Burgos dio una emotiva conferencia de prensa en la que lloró al responder al video de RMTV, en el cual consideran que el silbante cometió errores vitales.
El árbitro expresó dijo que "cuando un hijo tuyo va al colegio y hay niños que le dicen que su padre es un ladrón y llega a casa llorando, eso es muy jodido".
"Hay que conocer las consecuencias que tienen esos vídeos. Hay redes sociales anónimas que insultan y amenazan sin ningún control", denunció entre lágrimas el árbitro De Burgos.
Real Madrid TV emite a menudo videos recordatorios de lo que a su juicio fueron errores en contra del equipo por el árbitro al que le toque dirigir el próximo partido.
Pero esa presión se ha incrementado desde el mes de febrero cuando el club se lanzó a una guerra institucional contra un arbitraje "completamente desacreditado y viciado", después de una serie de decisiones arbitrales en su contra.