Ciudad de México. La banda canadiense Arcade Fire inauguró la noche del martes su tour Don’t Think About Pink Elephant en el Teatro Metropólitan. Durante una velada fresca, rompieron varias veces la barrera entre el público y el artista.
Durante una hora y cuarenta, Régine Chassagne, Win Butler, Tim Kingsbury, Jeremy Gara y Sarah Neufeld emocionaron a más de tres mil almas con 8 temas inéditos del álbum Pink Elephant, que se pondrá a la venta el 9 de mayo, y algunos de sus clásicos.
La atmósfera de la noche fue creada desde antes de iniciar el show. Butler, vocalista y líder de la banda, salió horas antes del espectáculo a la puerta principal del teatro para regalar selfies y flores.
El vestíbulo fue adornado con luces de neón rosas y máquinas de humo. El servicio de bar incluyó, a petición de la anfitriones, venta de rosas, girasoles y bebidas en vasos con etiquetas del nuevo material discográfico.
A las 21:25 horas, las luces del recinto se apagaron y comenzó el ritual. “Bienvenidos al interior del corazón de cristal”, dijo Butler aún sin aparecer en el escenario y a modo de voz en off. Tras su mensaje, se iluminó un corazón instalado en la parte superior del recinto.
Posteriormente, dentro de los pasillos por donde accedió la gente, ingresó Chassagne vistiendo un sombrero con serpentinas. Recorrió hasta donde estaban los instrumentos. Al llegar, encendió una vela y caminó lentamente. El resto de integrantes fueron apareciendo del suelo tras los pasos de su compañera. Ella los fue despertando al tocarlos con su mano. Como si estuvieran encantados y ella los despertara.
Los integrantes mostraron su talento al alternar el control de sus herramientas sonoras. Cada tanto el telón de telas transparentes bajó para esconderlos.
A modo de intermedio y después de presentarle a sus fans las 8 canciones de su nuevo disco, hacia las 22:15, el telón bajó durante 6 minutos y desaparecieron los norteamericanos. Cuando volvieron, fueron recibidos nuevamente entre gritos extasiados.
Rabbit Hole y Creature Comfort hicieron que la multitud aplaudiera, sacudiera los brazos y que cantara las canciones al unísono.
Dos de los momentos más emocionantes fueron durante las rolas de After Life y Sprawl I, cuando Buttler y Régine, respectivamente, bajaron del escenario para recorrer las butacas y saludar a las y los mexicanos. La audiencia volteó la mirada hacia todos lados del recinto con celulares en mano. La ansiedad por capturar la mejor toma de sus ídolos fue contagiosa.
Luego de My Body is a Cage y Ready to Start, el líder de la agrupación agradeció por su compañía a “los cómplices” de esta presentación. “Los amamos México”, exclamó.
Con las gargantas afinadas y las emociones en lo más alto, familias, grupos de amigos, parejas y asistentes solitarios disfrutaron el cierre con The Suburbs, Everything Now y Wake Up.
La velada enérgica, sensorial y original terminó con los integrantes lanzando flores y agradeciendo al recinto lleno.
Arcade Fire tiene pendiente todavía una presentación en el Teatro Metropólitan este miércoles. Los boletos se agotaron también horas después de ser puestos en venta.