Como es temporada de bolas de cristal, el Fondo Monetario Internacional desempolvó la suya, de por sí destartalada, y en ella dice haber visto el nada atractivo "futuro inmediato" de la economía mundial y, particularmente, el de la mexicana que este año entraría en "recesión", aunque, benévola, también augura que en 2026 "repuntará". En el centro de ese artefacto clarividente aparece, nítida, la causa del "deterioro": un hombre obeso, bobalicón, de color naranja, ya entrado en años y enloquecido con su espada arancelaria de nombre Donald Trump, quien apenas en un trimestre ha provocado tremendo follón global.
La Jornada (Dora Villanueva) lo reseña así: "la economía mexicana caerá en recesión este año y, aunque se proyecta cierta recuperación en 2026, las perspectivas de crecimiento para México son las más castigadas por el FMI, luego de los amagos y medidas comerciales que, en menos de tres meses, ha lanzado la administración de Donald Trump. Debido al impacto de los aranceles impuestos por Estados Unidos, la incertidumbre y las tensiones geopolíticas asociadas, así como mayores dificultades para acceder a financiamiento, el organismo proyecta que este año la economía mexicana caiga 0.3 por ciento y que el próximo repunte 1.4 por ciento, Ningún país será tan afectado por la incertidumbre y las medidas comerciales lanzadas por la administración de Estados Unidos como México".
Divulgadas las "visiones" develadas por la destartalada bola de cristal del FMI, la presidenta Sheinbaum utilizó la propia para desmentirlas: "no conocemos con base en qué lo hacen; no coincidimos con esta visión, entre otras cosas, porque nosotros estamos trabajando. Nosotros tenemos modelos económicos que tiene la propia Secretaría de Hacienda que no coinciden con este planteamiento. Normalmente, y así lo creen muchos de los organismos financieros internacionales que estaban, por cierto, acostumbrados a decir qué se tenía que hacer en cada país; ellos no creen que el gobierno pueda hacer nada para cambiar una situación que viene del propio mercado. Y nosotros no coincidimos con esa visión, por eso planteamos el Plan México".
Entre bolas de cristal se vean, aunque lo cierto es que con su espada arancelaria el enloquecido hombre naranja ha puesto a parir al mundo: sin más, el grueso de las naciones se ha doblado ante sus amenazas; muy pocas, como México, han optado por la vía de la negociación y si bien han logrado avances, todos los días sale Trump con otra intimidación, con otro condicionamiento, y las menos, con China a la cabeza, han respondido con el mismo tono e intensidad, actitud que parece haber doblado al energúmeno de la Casa Blanca.
Por ejemplo, entre lo más reciente está el anuncio de la secretaria de prensa de Trump, Karoline Leavitt, quien al hacer el anuncio lucía un bonito vestido fabricado en el gigante asiático. Ayer, dijo la señora: “Estados Unidos avanza bien en sus conversaciones sobre un posible acuerdo comercial con China; le pregunté al presidente sobre esto antes de venir aquí y él quería que lo compartiera con todos ustedes… Él y su administración están preparando el escenario para un acuerdo… la pelota se está moviendo en la dirección correcta” (léase el hombre naranja cayó en su propia trampa, no aguantó el ritmo y comienza a recular, porque se le acabaron las fichas).
De lo bien que "se mueve la pelota en la dirección correcta" da puntal cuenta el secretario estadunidense del Tesoro, Scott Bessent: "la situación actual es insostenible para las dos potencias (nota de la agencia Afp); los altos aranceles que las dos mayores economías del mundo impusieron mutuamente a sus importaciones equivalían a un embargo comercial recíproco". Por eso, de acuerdo con el funcionario, "pronto debería producirse una desescalada en este enfrentamiento comercial".
De cualquier suerte, la destartalada bola de cristal del FMI dice que detecta "riesgos para la estabilidad financiera mundial", dado que "han aumentado significativamente por las condiciones financieras más restrictivas y mayor incertidumbre geopolítica y en torno al comercio. Los acontecimientos geopolíticos importantes pueden causar un descenso considerable de los precios de las acciones y elevar las primas de riesgo soberano, lo que puede poner en peligro la estabilidad macro financiera".
Las rebanadas del pastel
En síntesis, se le derrite la espada arancelaria al hombre naranja, el gran perdedor de esta enloquecida aventura, algo que, dicho sea de paso, no registró la bola de cristal del FMI.
X: @cafevega