Vaticano. Quien entra en un cónclave como papa, sale como cardenal, dice un refrán italiano que advierte en contra de depositar la fe, o el dinero, en un favorito antes de la reunión a puertas cerradas en la que los cardenales eligen al nuevo jerarca de la Iglesia católica.
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Entre los candidatos progresistas y moderados a sucederlo destacan el filipino Luis Antonio Tagle, de 67 años; el ghanés Peter Turkson (76), los italianos Matteo Zuppi (69) y Pietro Parolin (70); los españoles Juan José Omella (77) y Luis Francisco Ladaria Ferrer (81).
A su vez, entre los cardenales conservadores están el estadunidense Raymond Leo Burke (76), el húngaro Peter Erdö (72), el alemán Gerhard Ludwig Müller (78) y el neerlandés Willem Eijk (71).
Tagle, quien tiene décadas de experiencia pastoral desde su ordenación sacerdotal en 1982, estuvo en primera línea en defensa de los pobres, migrantes y personas marginadas, hasta el punto de ganarse el sobrenombre de Francisco asiático. En 2019, el Papa lo nombró prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos en el Vaticano.
Considerado por los críticos un tradicionalista declarado, Raymond Leo Burke, originario de Wisconsin, Estados Unidos, fue ordenado cardenal por el papa Benedicto XVI en 2010; en su trayectoria chocó públicamente con las filosofías más liberales de Francisco, en particular respecto a su disposición a permitir que las parejas divorciadas y vueltas a casar reciban la eucaristía.
También calificó de objetable el nuevo lenguaje de la Iglesia en torno a la anticoncepción artificial, el matrimonio civil y las personas homosexuales, ideas parecidas a las del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Peter Turkson, uno de los cardenales africanos más influyentes, es considerado a menudo favorito para convertirse en el primer papa negro. Además de hablar seis idiomas, asistió en diversas ocasiones al Foro Económico Mundial de Davos para alertar sobre los peligros en la economía.
Al igual que Francisco cuando vivía en Buenos Aires, Zuppi es conocido como un cura callejero que se centra en la atención de los migrantes y los desfavorecidos de la sociedad; asimismo, no simpatiza con los lujos y protocolos. Sería el primer papa italiano desde 1978.
Parolin, otro de los preferidos, es visto como un nominado de consenso entre progresistas y conservadores por sus funciones de secretario de Estado de Jorge Mario Bergoglio desde 2013, puesto similar al de primer ministro o de secretario de Estado, a menudo se les llama papa adjunto.
Por lo pronto, el camarlengo de la Iglesia romana, el cardenal Kevin Joseph Farrell, tomó ayer el mando del Vaticano tras el fallecimiento de Francisco, funciones que comenzaron con el rito de certificación de la muerte y colocación del cuerpo en el ataúd, según lo previsto por el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis.
Los cardenales del mundo viajarán a Roma para elegir al sucesor (sólo 135 votan) a la reunión que se llevará a cabo en la Capilla Sixtina, donde el sufragio de 15 de ellos será decisivo. El cónclave sucede al menos nueve días después del funeral.