Estados Unidos enfrenta una desaceleración económica leve y atípica, marcada por una creciente incertidumbre generada por las políticas en materia de comercio, inflación y crecimiento y se espera una “leve recesión” en la segundo semestre de 2025, de acuerdo con el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por su sigla en inglés).
Esta desaceleración se atribuye en gran parte a un entorno de incertidumbre política creciente, donde las políticas comerciales y migratorias están tomando el rol de herramientas macroeconómicas y geopolíticas y con ella han generado presiones adicionales en los costos y elevando la inflación subyacente al 4.6 por ciento hacia finales de 2025, detalló el organismo.
Agregó que se esperan promedios anuales proyectados del 1.4 por ciento en 2025 y 0.8 por ciento en 2026, amplió.
Detalló que la contracción del PIB sea de un 0.8 por ciento anualizado en el tercer trimestre y 0.3 por ciento en el cuarto, con una recuperación iniciándose a principios de 2026.
Este nuevo escenario refleja una economía que no sufre un shock externo tradicional, sino una desaceleración inducida por políticas internas, con volatilidad en la confianza del consumidor y en la comunicación política, explicó la IIF.
Aunque no se anticipa un colapso en los volúmenes de importación, sí se prevé una reasignación gradual de los flujos comerciales debido a los cambios en el régimen arancelario.
Además se prevén tres recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal en 2025 y tres más en 2026, condicionados a que la inflación alcance su pico en otoño y el crecimiento económico se mantenga débil.
El IIF agregó que la volatilidad en los rendimientos de los bonos del Tesoro y la posible erosión de la confianza en la formulación de políticas podrían poner a prueba la resiliencia del dólar y la liquidez global.
Estados Unidos enfrenta una desaceleración económica leve y atípica, marcada por una creciente incertidumbre generada por las políticas en materia de comercio, inflación y crecimiento y se espera una “leve recesión” en la segundo semestre de 2025, de acuerdo con el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por su sigla en inglés).
Esta desaceleración se atribuye en gran parte a un entorno de incertidumbre política creciente, donde las políticas comerciales y migratorias están tomando el rol de herramientas macroeconómicas y geopolíticas y con ella han generado presiones adicionales en los costos y elevando la inflación subyacente al 4.6 por ciento hacia finales de 2025, detalló el organismo.
Agregó que se esperan promedios anuales proyectados del 1.4 por ciento en 2025 y 0.8 por ciento en 2026, amplió.
Detalló que la contracción del PIB sea de un 0.8 por ciento anualizado en el tercer trimestre y 0.3 por ciento en el cuarto, con una recuperación iniciándose a principios de 2026.
Este nuevo escenario refleja una economía que no sufre un shock externo tradicional, sino una desaceleración inducida por políticas internas, con volatilidad en la confianza del consumidor y en la comunicación política, explicó la IIF.
Aunque no se anticipa un colapso en los volúmenes de importación, sí se prevé una reasignación gradual de los flujos comerciales debido a los cambios en el régimen arancelario.
Además se prevén tres recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal en 2025 y tres más en 2026, condicionados a que la inflación alcance su pico en otoño y el crecimiento económico se mantenga débil.
El IIF agregó que la volatilidad en los rendimientos de los bonos del Tesoro y la posible erosión de la confianza en la formulación de políticas podrían poner a prueba la resiliencia del dólar y la liquidez global.