La lactancia materna en México se mantiene en niveles bajos, con 28.6 por ciento de niños que la reciben de manera exclusiva durante los primeros seis meses de vida, a pesar de que ese alimento disminuye el riesgo de enfermedades, incluida la obesidad y diabetes, así como algunos tipos de cáncer, afirmó Pilar Espinosa, titular de la División de Desarrollo Integral Infantil del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La funcionaria informó sobre la publicación de la nueva guía para la lactancia materna, elaborada por el IMSS y en colaboración con la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Resaltó que existe la evidencia científica de que la lactancia materna también reduce la probabilidad de muerte de los bebés en el primer año de vida y se asocia a un mejor desarrollo cognitivo y coeficiente intelectual a largo plazo.
Comentó que además de fomentar la alimentación al pecho materno, la guía tiene el objetivo de bajar la prevalencia en el consumo de fórmulas lácteas e informar sobre la forma correcta para introducir la alimentación complementaria.
Esta práctica también tiene beneficios para las madres, pues les ayuda a una mejor recuperación después del parto, disminuye el riesgo de hemorragia y depresión posparto. También baja el riesgo de cáncer de ovario y mama, diabetes tipo II, hipertensión, ataques cardíacos, anemia y osteoporosis.
Espinosa comentó que la alimentación complementaria inicia a los seis meses de edad de los bebés, cuando sus necesidades de energía y nutrientes empiezan a ser superiores a lo que la leche materna le puede aportar; y termina a los 12 meses con la introducción del menor a la dieta familiar.
Para que sea apropiada se debe ofrecer de manera adicional a la lactancia materna a demanda, la cual se debe mantener con tomas frecuentes, hasta los dos años o más.
La especialista comentó que se debe mantener buena higiene en el manejo de los alimentos, ofrecerlos a los bebés en pequeñas cantidades y aumentarlas a medida que el niño va creciendo.
También debe aumentar gradualmente la consistencia y variedad de los alimentos, así como el número de comidas: dos a tres al día para los lactantes de 6 a 8 meses, y tres a cuatro al día para los de 9 a 23 meses, con uno o dos refrigerios adicionales si fuera necesario.
La guía de lactancia materna está disponible en la página http://www.imss.gob.mx/servicios/guarderias/comunicacion-padres