La política de contención y expulsión migratoria de Donald Trump ha impuesto más trabajo a la de por sí saturada red consular de México en Estados Unidos, en las tareas de apoyo, defensa y protección a los paisanos que viven en ese país.
El frente abierto por el republicano contra millones de migrantes –con o sin documentos– conlleva importantes retos para el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
En ese escenario, integrantes del Servicio Exterior Mexicano (SEM) señalaron que los 53 consulados de nuestro país en Estados Unidos tendrán que ser la primera línea tanto para tratar de evitar deportaciones y, en caso de que se concreten, que se apeguen a las normas internacionales y se den sin abusos, como ha sucedido en varios casos reportados hasta ahora.
Las políticas antimigratorias de Trump atacan en dos vertientes: por un lado, canceló las opciones para que millones de personas necesitadas de protección internacional ingresen a territorio estadunidense por la vía regular, al suspender la aplicación CBP One, y por otro, ha iniciado una serie de operativos para encontrar, capturar y deportar hasta un millón de extranjeros al año, como ha advertido.
En ese contexto, Sheinbaum ha señalado que una de las prioridades de su administración es la defensa y protección de los paisanos. De los más de 11 millones de indocumentados en aquel país, 4.8 millones son mexicanos, esto es, cuatro de cada 10.
Reducción presupuestal
Sin embargo, se han reducido los recursos para la red institucional a la que corresponde el apoyo a los paisanos. En el Presupuesto de Egresos de la Federación de este año se dio una baja de casi 6 por ciento en los fondos para el Programa de Atención, Protección, Servicios y Asistencia Consulares, que pasó de 557 millones en 2024 a 524 millones para 2025.
Los consulados obtienen recursos adicionales para su operación gracias a diversos trámites que realizan. De acuerdo con un reporte de la Auditoría Superior de la Federación, en 2023 se recaudaron por este concepto 3 mil 983 millones de pesos.
El embajador en retiro José Eduardo Loreto Miranda, quien fue cónsul de México en San José, California, durante siete años, encomió la intención de Sheinbaum de revisar el trabajo de esas sedes en el exterior y el hacerse de información para poder realizar una evaluación, a fin de renovarlas y fortalecerlas.
Alertó que en su análisis, la Presidenta debe considerar dos elementos centrales: falta de presupuesto y de personal –que históricamente han aquejado a esas instancias–, pues si esto falla el servicio no puede ser completo.
En días pasados, la mandataria anunció que este mes presentará un diagnóstico de la eficiencia de las sedes consulares, en particular las instaladas en suelo estadunidense.
México tiene más consulados en Estados Unidos que en cualquier otro país: 53 sedes. Números de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) muestran que esas representaciones cuentan con 4 mil 383 empleados para la atención a la comunidad mexicana, de los cuales, 2 mil 610 se ocupan de materias jurídicas.
Del primero de enero al 26 de diciembre de 2024 se registraron 5 millones 202 mil 480 trámites en todas las delegaciones en Estados Unidos. En tanto que del 20 de enero –día en que Trump asumió la presidencia– al 4 de abril de este año se han otorgado 5 mil 991 asesorías legales externas (la mayoría por temas migratorios), de las que mil 639 están activas. En este periodo se han realizado 2 mil 229 visitas a centros de detención, con un pormedio de 30 al día.
La app consular y el botón de alerta –lanzados en el actual gobierno federal– han tenido 265 mil 223 descargas y cuenta con 51 mil 836 usuarios. Mientras, el centro de atención y asistencia para mexicanos ha recibido 58 mil 326 llamadas, 778 al día en promedio.
Otro miembro del SEM que estuvo adscrito a tres consulados en Estados Unidos –que prefirió resguardar su identidad– enfatizó que la falta de recursos pone en riesgo el servicio: las plantillas de personal en ocasiones no están completas, los salarios no se han incrementado desde hace 25 años, se han limitado las promociones y los ascensos en el SEM y las rotaciones son nulas, aseguró. A veces falta dinero hasta para poner gasolina a los autos para ir a atender una misión en algún centro de detención u otros puntos.
Problemas de pago
Los consulados en América del Norte recibieron en abril los recursos que correspondían a marzo. Esto ocasionó que los empleados locales no recibieran sus salarios en tiempo y, en el de Sacramento, incluso los propios trabajadores cerraron la sede en señal de protesta.
La semana pasada, Sheinbaum garantizó que esta situación no volverá a ocurrir y explicó que se dio por una falla en el nuevo esquema administrativo del gobierno federal.
El embajador alertó además sobre la actitud que en algunas ocasiones tienen ciertos líderes sociales de la comunidad mexicana en Estados Unidos contra cónsules que desean remover, en atención presuntamente a diversos intereses personales o políticos.
Uno más de los declarantes, que también optó por que su nombre no se haga público, señaló que un elemento que ha pegado mucho al SEM es la falta de personal.
Detalló que a mediados de los 80 había mil 380 empleados del SEM adscritos a las sedes mexicanas en el exterior, hoy la cifra es de mil 50. La paradoja es que en estas cuatro décadas se ha multiplicado el número de representaciones, en particular en Estados Unidos.
Datos de la Asociación del Servicio Exterior Mexicano indican que en 1970 había un diplomático por cada 50 mil mexicanos en el extranjero, y hoy, con casi 40 millones de personas de ascendencia mexicana en Estados Unidos, hay uno por cada 100 mil.
El reto que implica para la política exterior de México ejecutar los programas de la titular del Ejecutivo federal en turno, a través de la SRE, siempre se ha encarado en condiciones muy adversas, pero hoy, con las nuevas políticas migratorias de Trump y ante la falta de apoyos, es un desafío aún mayor, concluyó.