Nos hemos referido varias veces en este mismo espacio de Opinión de La Jornada a lo interesante que es conocer la estrategia que por algunas décadas han seguido los gobiernos de la República Popular China. Su objetivo, salir de la pobreza e incrementar la industrialización, lo ha cumplido ampliamente.
Continúa en la polémica si el gobierno de Xi Jinping es un sistema socialista rumbo al capitalismo, o si de plano, es el capitalismo disfrazado de socialismo. En lo personal, creemos que sí, que es un socialismo al estilo chino. El país del gran líder comunista Mao Zedong siempre nos dio sorpresas, y el de Xi, actual presidente, también ha sido aleccionador. Lo importante es que todo mundo observó cómo China dio el salto cualitativo en el ámbito de la industrialización, en la disminución de la pobreza y en el beneficio de la actual sociedad de oportunidades para millones de ese país.
El consumo masivo de bienes y la producción de todo tipo de productos que en la actualidad son parte de la consumición mundial ya son, prácticamente, imprescindibles. Estados Unidos está en la lista de consumidores obligados, lo reconozcan, o no.
La estimulación a la investigación científica, a la creación artística e industrial, es característica de la cultura china y es parte del éxito de su estrategia. Nos atrevemos a decir que actualmente la economía china es de las más sólidas, sin tener que inventar guerras ni invasiones, amenazas de represión comercial u otro tipo de agresiones hacia sus socios comerciales. Estados Unidos, sí lo ha hecho. Todos los gobiernos de ese país han recurrido a la represión y amenazas cumplidas para, supuestamente, mantener el liderazgo político y económico. Y, como ellos lo saben, lo único que les queda es salir por las puertas falsas made in USA de los aranceles.
Wang Wentao, ministro de Comercio de China, dijo a Ngozi Okonjo-Iweala, directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que su país tiene el compromiso de salvaguardar un sistema multilateral de comercio abierto, inclusivo, transparente y no discriminatorio.
Es increíble que Trump y su pandilla crean que la práctica típica de intimidación unilateral les devolverá la certeza económica de años atrás. En opinión de Wentao, la fabricación espontánea de aranceles recíprocos no le sirve a nadie, pero sí es un gran daño para los países en desarrollo. Aunque el ministro chino, tal vez olvidó que ese tipo de situaciones contra la humanidad tiene sin cuidado a la mafia financiera estadunidense y también a la mundial. Y, si aumenta la crisis humana, peor que la actual, será totalmente ignorada por los millonarios en el poder.
No podemos calificar de iluso al ministro Wang, pero la propuesta que ha hecho a los miembros de la OMC es de pronóstico reservado, aunque hacemos votos porque su dicho permee en las mentes obtusas de los capitalistas recalcitrantes del mundo y que su propuesta de unión de los gobiernos y pueblos afectados rechacen y contrarresten de frente al unilateralismo, al proteccionismo y a las prácticas intimidatorias a través de la apertura, la cooperación y el multilateralismo.
Aunque todo el mundo lo sabe, la directora de la OMC hace hincapié en que la escalada de las tensiones comerciales ha planteado serios desafíos para el comercio mundial y para el futuro del crecimiento económico de los países. Esta declaración parecería inútil; sin embargo, es importante decirla hasta el cansancio para que la impunidad no se consolide y tenga menor efecto.
No es posible que un puñado de hombres depredadores de las economías mundiales mantengan en vilo a millones en el orbe, creando confusión, provocando desastres económicos y existenciales en la mayoría de la población. Existen leyes que los pueden someter, y es tiempo de que éstas se apliquen. La justicia tarda, pero llega.
China se mantendrá firme ante las nuevas amenazas de Trump de imponerle aranceles adicionales de 50 por ciento a los productos importados, elevando el total de impuestos a ciertos productos chinos a 104 por ciento. Wentao denuncia que los adicionales son una extorsión que quiere llevar a cabo el gobierno de Trump. Lo único que logrará el presidente republicano será una racha mayor de contramedidas por parte del gobierno de Jinping, quien ha dejado claro que China peleará hasta el final.
El gobierno de la presidenta Sheinbaum, hasta el momento, ha salido exitoso en esto de evadir la guerra arancelaria, y eso no lo reconoce la oposición, ciega, sorda e ignorante. Ni modo, se quedarán con los deseos de que México caiga en desgracia. Pero les informamos que nuestro país y China han declarado apoyo mutuo. Afortunadamente, tenemos más gobiernos amigos que enemigos.
(Colaboró Ruxi Mendieta)