Augusta. En un final de infarto, el golfista norirlandés Rory McIlroy se proclamó este domingo campeón de la edición 89 del Masters de Augusta, primer major de la temporada, y completó un pleno de triunfos en los cuatro torneos de Grand Slam, una gesta sólo lograda por el estadunidense Tiger Woods y otros cuatro golfistas.
McIlroy, quien llevaba más de una década persiguiendo este logro, terminó de rodillas y llorando de felicidad al imponerse en un dramático playoff de desempate frente al inglés Justin Rose.
“Se sintió increíble. Es la decimoséptima ocasión que vengo y ya me preguntaba si alguna vez llegaría mi momento. Estoy emocionado y muy orgulloso de poder llamarme campeón del Masters”, dijo McIlroy en la Cabaña Butler antes de que el campeón defensor, el estadunidense Scottie Scheffler, lo ayudara a ponerse la chaqueta verde.
Ambos jugadores europeos habían terminado la última ronda con un acumulado de 277 golpes (11 bajo par), después de que McIlroy desperdiciara un asequible putt para ganar en el último hoyo.
Anteriormente, el norirlandés había dejado escapar una ventaja de cuatro golpes a falta de seis hoyos, evocando otras debacles que sufrió en torneos grandes en los últimos tiempos.
Pero el ex número uno mundial resistió esta vez la presión y firmó un birdie que le dio el triunfo en el playoff ante Rose, quién ya había perdido un desempate por la chaqueta verde en 2017 ante el español Sergio García.
A sus 35 años de edad, McIlroy cerró una década maldita en la que no había podido ampliar su vitrina de majors, donde también relucen dos coronas del Campeonato de la PGA (2012 y 2014), una del Abierto de Estados Unidos (2011) y otra del Abierto Británico (2014).
McIlroy se convirtió así en el sexto golfista en coleccionar los cuatro trofeos grandes, después de Woods, Jack Nicklaus, Gary Player, Gene Sarazen y Ben Hogan.