Washington. La confianza del consumidor en Estados Unidos se desplomó en abril y cayó al segundo nivel más bajo desde 1952, en lo que parece ser una fuerte crítica a las guerras comerciales del presidente Donald Trump, que han alimentado la ansiedad por las posibles pérdidas de empleo y el aumento de la inflación.
La lectura preliminar del índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, que se observa con mucha atención, cayó 11 por ciento en términos mensuales a 50.8 puntos. Es la peor marca, sólo superada por la que se registró en los momentos más críticos de la pandemia de covid-19. En el último año, la confianza disminuyó 34 por ciento.
La caída fue generalizada y unánime en todas las edades, ingresos, niveles educativos, regiones geográficas y afiliaciones políticas, manifestó Joanne Hsu, directora de la encuesta.
La proporción de encuestados que espera que el desempleo aumente en los próximos meses se incrementó por quinto mes consecutivo y ahora es la más alta desde 2009, durante la crisis financiera internacional.
La confianza entre los republicanos cayó 6 por ciento en el último mes, mientras Trump insinuaba y luego implementaba una serie de aranceles agresivos, sólo para ordenar el miércoles una pausa de 90 días en algunos impuestos de importación.
“Curiosamente, parece que al presidente Trump se le atribuye gran parte de la culpa por el deterioro de la confianza, y 67 por ciento de los encuestados señalan que el gobierno está haciendo un ‘mal trabajo’ en la lucha contra la inflación y el desempleo”, comentó James Knightley, economista internacional en jefe de ING.
Hasta ahora, el resultado del drama de la guerra comercial es un arancel base de 10 por ciento para la mayoría de los países, mientras que las importaciones de China están gravadas con un monto acumulado de 145 por ciento.
Los bienes de Canadá y México enfrentan aranceles de hasta 25 por ciento, misma tasa que los autos, el acero y el aluminio. China respondió el viernes con un arancel de 125 por ciento sobre los productos estadounidenses.