El clásico regiomontano se convirtió en un espectáculo de dramatismo, goles, polémica y circo. Con un gol de Nico Ibáñez, Tigres apenas alcanzó a reponerse en el tramo final para dar la voltereta y vencer por 2-1 a Rayados, que se vio afectado tras la expulsión de dos jugadores y ahora vislumbra un panorama más complejo para llegar a la liguilla.
Así, acompañados de una afición eufórica en el estadio el Volcán, los felinos retornaron al triunfo después de dos partidos y celebraron en casa la victoria ante el acérrimo rival; un resultado que por los coloca por ahora en la zona de clasificación directa con 29 puntos cuando faltan dos jornadas para el cierre de la fase regular del torneo Clausura 2025. Los Rayados, a su vez, se quedaron en el noveno puesto con 22 unidades.
Tal como exigía un clásico, todo fue intenso en el estadio el Volcán. La ofensiva fue arriesgada por parte de ambos, pero el gol llegó después de que Diego Lainez cometiera una falta que le valió ser expulsado (47) y derivara en un penal para los Rayados.
La escena de la pena máxima se vio manchada por la interrupción del guardameta Nahuel Guzmán, quien intentó distraer a Sergio Ramos con una serie de gestos y movimientos e incluso ponerse de espaldas a manera de reto. Sin embargo, el español se mantuvo firme y mandó el esférico a las redes al minuto 51.
El ánimo se encontraba a tope tanto dentro de la cancha como el área técnica de los equipos, por lo que Rayados también perdió a elementos clave con la expulsión de Germán Berterame y de Oliver Torres (78). La intensidad llegó a tal punto que incluso André Pierre Gignac, quien se encontraba en las gradas al no ser convocado, se encaró con un integrante del cuerpo técnico de Monterrey.
Ya con la ventaja numérica en la cancha, Tigres encontró la estrategia para dar la voltereta y salvar el orgullo. Sebastián Córdova (89) equilibró el juego con un disparo de larga distancia, mientras que Nicolás Ibáñez sentenció el juego ya en el tiempo de compensación (90+5) con un remate de cabeza.