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Apuntes postsoviéticos

12 de abril de 2025 09:12

A lo largo de la historia, el acceso al agua ha sido motivo de grandes controversias y hasta conflictos armados entre Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, los cinco países de Asia central que formaron parte de la Unión Soviética.

En el contexto de la creciente escasez de agua, debida a las frecuentes sequías por el cambio climático, el aumento de la población y el incremento de la actividad económica, factores que permiten a la Organización de Naciones Unidas y al Banco Mundial coincidir en un pronóstico poco halagador sobre la falta de agua en Asia central de hasta 30 por ciento dentro de un cuarto de siglo, los países de la región, superadas sus ancestrales disputas fronterizas, están abocados a buscar soluciones al problema.

En ese sentido, puede considerarse un primer paso para evitar una crisis en el corto plazo el reciente convenio firmado por Kazajistán con Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán a fin de adquirir 3 mil 700 millones de metros cúbicos de agua del río Syr Darya para la temporada de riego de este año, que complementa los 12 mil 600 millones de metros cúbicos que Uzbekistán suministró –de octubre pasado a abril del presente– a Kazajistán.

Sin embargo, no es suficiente y a largo plazo hay todavía grandes desafíos. Uno de ellos, los países postsoviéticos de la región centroasiática tienen que aunar esfuerzos para superar las condiciones desfavorables en que puede quedar el curso inferior del Amu Darya cuando Afganistán termine de construir el canal Kush-Tepa que podría desviar para su uso una tercera parte de ese río.

Los gobiernos de los cinco consideran que un posible remedio sería desempolvar de los archivos el abandonado proyecto soviético de redirigir, en los años 20 del siglo pasado, parte de los ríos de Siberia a Asia central, a la inversa de lo que en la década de los 60 hizo la Unión Soviética al llevar a cabo el trasvase de los ríos Syr Darya y Amu Darya hacia zonas agrícolas, lo que acabó en el desastre ecológico del llamado mar de Aral, que en la actualidad apenas alcanza 10 por ciento del agua que llegó a tener.

Pero los ríos Irtysh, Obi, Tobol y otros fluyen en territorio ruso y, en estos momentos, el Kremlin sólo piensa en cómo acabar su "operación militar especial" en Ucrania.

Apuntes postsoviéticos

Un primer paso.

México SA

Sheinbaum: aguas con el agua. Trump: "al ladrón, al ladrón". Mafia judicial se retuerce.

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