El corrido, como dispositivo narrativo del pueblo mexicano que cuenta desde el siglo XIX lo que ocurre en esta sociedad, debe ser reconocido como patrimonio cultural intangible de México, propone el doctor José Manuel Valenzuela Arce. Puntualizó que el corrido no inventó una historia social ,pero la registra.
Hizo énfasis también en que necesitamos desnarcotizarnos con el corrido, un mundo de representaciones disponible de nuestro país que debe de ser reconocido como patrimonio y de ninguna manera ser reducido al tema del narcotráfico.
El investigador especializado en temas de cultura e identidad, movimientos sociales, culturas juveniles, sociología urbana y cultura popular explicó que en los años 90 del siglo pasado algunos corridos tienen un sentido de cierta lealtad o condición apologética hacia figuras de la ilegalidad. La gran mayoría de los corridos seguían en lo que ha sido la historia social. Es un dispositivo interpretativo, narrativo, disponible de un pueblo iletrado desde la segunda mitad del siglo XIX, que no sabía leer ni escribir, pero que contaba cantando sus historias.
Batallas, migración, personajes
El antiguo género era crónica, registro y diario popular que contó la historia de la invasión de Estados Unidos y la francesa, la batalla de Puebla, las migraciones, la situación de los mexicanos en Estados Unidos; fue un eje central para la comprensión de la Revolución Mexicana. Después de las batallas, en los vivacs, se reunía la gente a contar y a cantar lo que había ocurrido.
Esta expresión popular, dijo el doctor en Ciencias Sociales, abreva en el romance español y fue contando lo que ocurría: no inventó la Revolución, pero le cantó; no inventó los procesos que derivaron en el desplazamiento de la población que tuvo que migrar, pero cantó a las experiencias que surgían de ese proceso; tampoco inventó el fervor popular hacia figuras como Zapata, quien tenía en Marciano Silva su corridista de cabecera, o Villa, pero cantó a estos personajes.
Recordó que en los años 20 del siglo pasado, con la ley seca estadunidense que prohibía el consumo, trasiego y producción de licor, surgieron los corridos tequileros y el corrido empezó a contar esas narrativas del comercio de productos ilícitos, parte importantísima de las historias que estaba viviendo el pueblo, particularmente en la frontera México-Estados Unidos”.
Más tarde, la prohibición de la amapola y sus derivados, la heroína y la morfina, fue recreada a través de corridos, pero sobre todo algunas figuras representativas de ese contrabando. Narrativas que se fortalecen en una segunda generación, que abordó el tráfico de drogas, a partir de los años 70.
Comentó que durante décadas, el priísmo se mandaba a hacer corridos cada seis años donde se contaban las glorias imaginadas, las virtudes de los candidatos. El pagar por ellos se convirtió en algo importante, pero no era sólo de narcotraficantes.
Luego viene el pulso antropológico de la agrupación Los Tigres del Norte con “historias con una narrativa metafórica, donde cantaban los vínculos entre el poder presidencial, en aquel momento Carlos Salinas de Gortari, y el narcotráfico (…) O incluso en La granja, donde van a plantear la connivencia entre figuras del Estado, particularmente Vicente Fox, quien desató ‘a la perra del narcotráfico’ y los problemas de los trabajadores migrantes”, añadió Valenzuela.
Para 1990, con el narcotráfico creciendo y su despliegue brutal de fuerza, surgieron diversas oleadas de intérpretes que contaban de manera cada vez más explícita las historias que estaban ocurriendo en nuestro país, como los corridos perrones; los corridos enfermos, ondeados o alterados, con Sanguinarios del M1, interpretado por El Komander, Los Buknas de Culiacán y Los Buchones de Culiacán.
Ya se alude a figuras del narco muy reconocidas desde los medios de comunicación y las historias que se contaban. “Con la fallida, criminal, supuesta guerra contra el crimen organizado de Felipe Calderón, en 2006, vimos un despliegue brutal de violencia y de muerte. La presencia del narco se volvió mucho más visible en la vida social”.