Madrid. El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, mantuvo un encuentro de poco más de tres horas con el presidente de China, Xi Jinping, con el que acordó fortalecer los vínculos económicos y políticos entre ambos países.
Pero el mandatario español fue más allá y en plena guerra comercial entre el país asiático y Estados Unidos (EU), Sánchez aseguró que “China es un socio imprescindible a la hora de hacer frente a los desafíos globales como la lucha contra la emergencia climática, la desigualdad, el cambio climático que constituyen para España algunas de las prioridades de la política exterior”.
El mandatario español también abogó porque la Unión Europea (UE) se aproxime más a China y que se aleje del epíteto con el que las instituciones comunitarios definieron al gigante asiático hace unos meses, al llamarlo “rival sistémico” y del que advirtieron que ponía en riesgo sectores cruciales de la economía europea.
Sánchez se convirtió en el primer presidente europeo en viajar al país asiático tras la guerra de aranceles declarada por el presidente Donald Trump, de ahí que durante su intervención ante los medios de comunicación aseguró que “creemos necesario seguir avanzado en el establecimiento de unas relaciones sólidas entre China y España y China y la UE.