Las Águilas africanas es una referencia que de manera natural hace pensar en Leo Beenhakker, timonel que construyó uno de los equipos más emblemáticos del América y quien falleció ayer a los 82 años de edad. En el plano internacional, el neerlandés será recordado por una trayectoria de contrastes al haber alcanzado el éxito con clubes como el Ajax y el Real Madrid, pero no con la selección de su natal Países Bajos.
Era un tipo muy profesional, de ideas claras y eso es muy importante para transmitirlo como entrenador; además llamó la atención porque era un neerlandés dirigiendo en México, algo nada usual en ese entonces, evocó Raúl Potro Gutiérrez, quien fue parte de las llamadas Águilas africanas dirigidas por Beenhakker.
La Eredivisie, liga de Países Bajos donde Beenhakker se encumbró a la gloria, fue la encargada de confirmar el fallecimiento del timonel, aunque no reveló las causas.
Melena blanca, gabardina y cigarrillos
La melena blanca, una gabardina, un cigarrillo y un estilo de juego ofensivo caracterizaron a Beenhakker en el mundo futbolístico. La primera estrella en su trayectoria de entrenador la consiguió con el Ajax (1979-1980), logro que lo impulsó para firmar después con el Real Madrid y levantar tres títulos (1987-1988 y 1989), así como ganar otro campeonato con el Feyenoord (1998-1999).
Sin embargo, el hasta entonces perfecto recorrido que había tenido como técnico se vio opacado por su desempeño al frente de la selección de Países Bajos en el Mundial de 1990. En ese momento tenía bajo su mando a jugadores como Ruud Gullit, Ronald Koeman y Marco van Basten, un equipo obligado a destacar, pero que fue eliminado por Alemania en octavos de final.
Pese al desafortunado episodio, llegó la oportunidad en América Latina. En cuanto arribó al banquillo de las Águilas en la temporada de 1994-1995, Beenhakker conformó un plantel que sería memorable en la historia el equipo con elementos tan relevantes como un joven Cuauhtémoc Blanco, Luis Alberto Alves Zague, Luis García, Adrián Chávez, Germán Villa, Joaquín del Olmo y el propio Potro Gutiérrez.
La incorporación de los cameruneses François Omam-Biyik y Jean-Claude Pagal, así como del zambiano Kalusha Bwalya fue clave para darle una identidad al plantel y también para que los aficionados les dieran el mote de las Águilas africanas.
Con un vistoso estilo ofensivo, el equipo se convirtió en uno de los favoritos al título, pero un conflicto extracancha provocó la salida abrupta del técnico y también alteró el ritmo del plantel.
Los medios señalaban varias versiones, entre ellas que Beenhakker se había negado a no alinear a Del Olmo tras una petición de la directiva liderada por Emilio Diez Barroso, y también se hablaba de que el neerlandés no había ido a una junta con los directivos por jugar golf.
Salida abrupta
Cuando fue a recoger sus cosas me lo encontré, pues fui al club porque olvidé mi cartera. Me dijo lo mismo que a la demás gente. Él estaba jugando golf, le avisaron de una junta, no llegó y chao, relató el Potro Gutiérrez.
Fue algo que no entendimos. El equipo iba bien; sí, tuvimos un altibajo, pero todo estaba diseñado para llegar bien a la liguilla. Después vino la salida de Beenhakker y eso nos costó el campeonato, agregó.
Desafiando las reglas de la lealtad futbolística, Beenhakker también dirigió en la temporada 1995-1996 a las Chivas, acérrimo rival de las Águilas, aunque no logró destacar de la misma manera
Casi una década después retornó a México para dirigir de nueva cuenta a las Águilas –en los torneos Apertura 2003 y Clausura 2004–. Si bien tuvo un buen desempeño, el título tampoco llegó, pues fueron eliminados en la liguilla.
Fue un excelente entrenador, dejó algo positivo. Fue parte de una pléyade de entrenadores capaces que han estado al frente del América. Tuvo muy buenos jugadores, varios fueron parte de la selección y también trajo elementos africanos importantes; dejó escuela (en el club), una forma de jugar por la cual la gente lo quiso mucho, apuntó el ex americanista Enrique Borja.
Entre sus vínculos con México también es recordado un episodio más agridulce. En su segunda etapa con el Real Madrid en la temporada de 1992, el neerlandés dejó en la banca al tricolor Hugo Sánchez, quien ya era una estrella en España, pero apenas se recuperaba de una lesión. Esa decisión provocó la salida del ariete, quien incluso puso un ultimátum a la directiva, la cual prefirió al entrenador.
Tuvo una revancha como técnico de selecciones al dirigir a Arabia Saudita (1993-1994), Trinidad y Tobago (2005-2006) y Polonia (2006-2009), aunque tampoco concretó las hazañas que lo convirtieron en leyenda del Real Madrid y el Ajax.
Condolencias
Todos los que integramos el club América lamentamos el sensible fallecimiento de Leo Beenhakker, leyenda del futbol mundial e histórico entrenador de las Águilas. Un grande que jamás volará solo, publicó el club azulcrema.
El Real Madrid también expresó sus condolencias. Durante las cuatro temporadas que dirigió al equipo, Leo Beenhakker ganó tres Ligas, una Copa del Rey y dos Supercopas de España, recordó.
Gracias, míster Leo Beenhakker por confiar en mí cuando apenas comenzaba, por darme la oportunidad de debutar y por apoyarme en mis primeros pasos como profesional. Tu visión, tu experiencia y tu confianza marcaron el inicio de mi camino y dejaron una huella profunda en mi carrera y en mi vida. Descansa en paz, publicó en redes sociales Guillermo Ochoa, seleccionado nacional y uno de los talentos que impulsó el neerlandés.