Madrid. Ante el paso atrás del presidente de Estados Unidos (EU), Donald Trump, la Comisión Europea (CE), que es el órgano ejecutivo del bloque de 27 países de la Unión Europea (UE), decidió congelar durante 90 días el incremento de los aranceles contra más de mil 600 productos estadunidenses, que hubiera supuesto un impacto económico de más de 21 mil millones de euros. Esta decisión tiene la intención de abrir una nueva etapa en las relaciones entre ambos bloques, en el que se inicie un periodo de negociación en material comercial, al margen de las otras disputas diplomáticas abiertas, como la financiación de la Alianza Atlántica (OTAN), la guerra de Ucrania y la financiación europea en materia de Defensa y seguridad.
“Tomamos nota del anuncio del presidente Trump. Queremos dar una oportunidad a las negociaciones. Aunque estamos finalizando la adopción de las contramedidas de la UE, que contaron con un fuerte apoyo de nuestros estados miembros, las dejaremos en suspenso durante 90 días”, aseguró la presidenta de la CE, la conservadora alemana Ursula von der Leyen, quien añadió que “si las negociaciones no resultan satisfactorias, las contramedidas entrarán en vigor. Y el trabajo preparatorio sobre nuevas contramedidas continúa”.
El paquete de incremento arancelaria contra productos de EU se aprobó el pasado miércoles, como respuesta a las medidas adoptadas por la administración de Trump contra el acero y el aluminio europeos, que son dos de las materias primas que más se exportan. Como respuesta, el bloque europeo aprobó subir al 25 por ciento de aranceles -que es precisamente el que ahora queda congelado o en suspensión- a productos como el huevo, carnes de ave y bovino, aceites vegetales como el de girasol o de palma, margarina, galletas, azúcar y cítricos, bisutería, plásticos, piezas de acero y aluminio, madera y textiles.
El intercambio entre EU y la UE es la mayor relación bilateral de comercio e inversión, ya que representan casi 30 por ciento del comercio mundial de bienes y servicios y el 43 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. En 2023, el comercio transatlántico de bienes y servicios alcanzó un billón 600 mil millones de euros. En 2024, el comercio de mercancías entre ambas regiones alcanzó un valor de 865 mil millones de euros.
En medio de esta tensión comercial entre ambos bloques, la UE decidió dar un viraje importante con respecto a China en un sector crucial, el de los vehículos eléctricos, que ya ha sido motivo de disputas en el pasado. Y que podría suponer un primer acercamiento de calado entre el bloque europea y el país asiático, ya que tras una conversación entre el comisario de Comercio de la UE, Maros Sefcovic, con el ministro del ramo chino, Wang Wentao, acordaron estudiar la fijación de precios mínimos para los coches eléctricos provenientes de China, según informó la CE.
Un extremo que fue confirmado por el ministerio de Comercio chino, que en un comunicado anunció que las negociaciones comenzarán “inmediatamente”, que buscan reducir los aranceles sobre los vehículos eléctricos fabricados en China que están en el 45,3 por ciento. Si la negociación prospera, como así parece, será el primer acuerdo de calada entre China y la UE en plena guerra comercial con EU.